Durante altas horas de la noche aparecen unos ruidosos personajes bajo la ventana de mi apartamento, para aprovechar la plazoleta que hay debajo, ahí se colocan a beber y a hablar de los grandes problemas de la vida, mientras el problema para la gran mayoría de los inquilinos son ellos, que aparte de gritar a todo tarro y reírse con los mas chillonas risas y escandalozas carcajadas, si se les ve bien, no son mas que victimas del alcohol y por eso carecen de consideracion por sus vecinos, por la plaza donde dejan sus botellas, por los juegos de los niños donde quedan vidrios rotos... e ignoran absolutamente la estética personal... son también un atentado a la vista.
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